El ansia de conocimiento de los estudiantes no puede satisfacerse sólo con teoría a secas; necesitan ver cómo se aplican las cosas en situaciones de la vida real.
La teoría es, evidentemente, importante, después de todo, el primer paso para convertirse en un especialista en cualquier campo es construir una base teórica. Pero, al mismo tiempo, tener una gran cantidad de conocimientos teóricos no es suficiente para convertirse en un verdadero experto de su área de especialización. Hay muchas cosas que pueden aprenderse de los libros, pero la teoría siempre debe estar respaldada por la experiencia y el conocimiento práctico.
Ya sabes el dicho: el estudio y la práctica hacen al maestro.
Aún así, ¿qué pasa con las situaciones en las que los datos son insuficientes o poco fiables, o que poner una teoría en práctica conlleva riesgos graves que amenazan la vida?
Conoce el mundo de las simulaciones
¿Qué es exactamente una simulación? Bueno, sólo tienes que Googlear un poquito, y descubrirás que una simulación es una imitación del funcionamiento de un proceso o sistema del mundo real a lo largo del tiempo. Para ciertas operaciones, no podemos experimentar con cosas reales, por lo tanto usar una simulación para replicarla nos permite acercarnos lo más posible al proceso del mundo real.
El mejor ejemplo para demostrar esto es el de las simulaciones para el entrenamiento de vuelo. Los pilotos no aprenden a volar un avión estudiando los manuales de instrucción. Necesitan operar máquinas y aprender lo que hacen todos y cada uno de los botones, palancas, etc. La mayoría de la gente se da el lujo de aprender cosas nuevas por ensayo y error, pero los pilotos en formación no pueden permitirse ningún error. Un error o pulsar un botón equivocado en un avión real podría tener consecuencias fatales, por lo que para evitar que esto suceda, el entrenamiento inicial se llevará a cabo en un simulador de vuelo.
La aviación no es la única industria que podría beneficiarse de la simulación en sus programas de formación. Otras industrias de alto riesgo como el petróleo y el gas, la energía eléctrica, la lucha contra incendios o la sanidad son otros buenos ejemplos. Los estudiantes que quieran convertirse en profesionales de estas industrias necesitan un entorno de aprendizaje seguro y controlado donde puedan evaluarse a sí mismos en diferentes escenarios y adquirir conocimientos prácticos sin peligro para su integridad o la de los demás.
Por tanto, los estudiantes de todas las edades y de una amplia gama de sectores pueden beneficiarse del aprendizaje a través de la simulación.
Cómo la simulación lleva el aprendizaje al siguiente nivel
Hay muchas aplicaciones prácticas de la simulación en el sistema educativo. Pueden ayudar a los estudiantes de todos los niveles escolares a comprender mejor los conceptos abstractos y otros materiales de aprendizaje complejos. Por ejemplo, existen algunas buenísimas simulaciones de física y química para estudiantes de secundaria y bachillerato.
La simulación permite a los usuarios interactuar con el entorno de aprendizaje, hacer cambios y ver los resultados instantáneos de sus acciones. Y lo mejor es que pueden cometer tantos errores como necesiten antes de comprender completamente el concepto que están aprendiendo.
Esta combinación de interactividad, retroalimentación inmediata y ensayo y error – además del factor de diversión que conlleva – hace que los estudiantes se interesen más en lo que aprenden, a la vez que se comprometen más con el entorno de aprendizaje. Si se da a los estudiantes la oportunidad de probar lo que han aprendido teóricamente, tendrán una visión general práctica del material y, por lo tanto, obtendrán una comprensión más profunda de cómo funcionan las cosas en la realidad.
Existen numerosas herramientas de software tanto para Realidad Virtual, como la desarrollada por nosotros, App universo, para estudiar el universo, como realidad aumentada que permiten a los maestros y educadores crear simulaciones que pueden utilizarse en el aula. Como creador de simulaciones, es necesario identificar las principales tareas que los estudiantes tendrán que realizar, y luego diseñar la simulación en consecuencia. Los estudiantes tendrán que realizar los pasos diseñados y usted puede añadir información adicional a lo largo del camino. Y una vez que creas una simulación educativa, puedes usarla una y otra vez, y escalarla cuando sea necesario.
Mirando hacia el futuro
En VRdidactic creemos que las simulaciones se convertirán en la norma para la enseñanza de las ciencias aplicadas. Tal vez esto no suceda de inmediato, pero las simulaciones tienen el inmenso potencial de llevar el aprendizaje al siguiente nivel.